La bodega Ignacio Marín se caracteriza por su creatividad, conocimiento, sensibilidad y evolución. Es una compañía que transmite desde sus inicios su pasión a sus viñedos, explotando y aprovechando su calidad al máximo.

Asimismo, la tecnología está presente en todos los procesos que llevan a cabo para la elaboración de sus vinos. En ellos se puede observar la dedicación y la vocación de esta bodega familiar.