Algunos dirán que estos dos clásicos culinarios no están en la misma clase, ¿comida callejera vs sofisticación? . A pesar de ello creemos que todos estamos de acuerdo, siempre apetece un buen vino y una buena hamburguesa, sea la hora que sea, entonces… ¿por qué no los juntamos? ¡Vamos!
Ya sabes, es la hamburguesa con lechuga, tomate y cebolla que no necesita queso para ser una obra maestra en todos y cada uno de los bocados. La perfección sutil es el nombre del juego, y esta receta clásica de hamburguesas es la prueba definitiva de la calidad de las hamburguesas.
¿Por qué funciona y marida bien?: Tradicionalmente, esta hamburguesa requiere Coca-Cola o una Cerveza de Raíz, por lo que elegir vinos con un elemento agridulce rinde homenaje a la clásica combinación de estos refrescos.
Una hamburguesa perfecta (como la descrita anteriormente) con el complemento de una loncha de queso cheddar, que agrega sabor y cremosidad al perfil general.
¿Por qué funciona y marida bien?: las hamburguesas con queso a menudo se combinan clásicamente con té helado endulzado, y la razón por la que el té helado funciona tan bien es que su tanino actúa como un limpiador del paladar, limpiando después de la pegajosidad del queso. Los vinos anteriores también presentan un tanino más alto. Además, tienen sabores más sabrosos, que complementarán mejor la combinación de queso cheddar y carne molida.
Para aquellos buscadores de emociones entre nosotros, esta hamburguesa es el equivalente a un traje de alas debido a la intensidad del sabor que se lanza en cada bocado (también puedes morir por exagerar… pero mucho más lento). Esta sería la granada de mano sagrada de las hamburguesas, la diosa suprema.
