Entre este tipo de platos encontramos nuestros queridísimos tacos, chalupas (como los tacos pero algo más pequeñas), sopes (con la tortilla más gruesa) y tostadas. Maridan estupendamente con rosados secos, Lambrusco, Garnacha o Cannonau di Sardegna.
Estos platos son tamales (masa de maiz rellena de carne, queso y verdura, envuelta en una hoja de maíz y cocinada al vapor o hervida), gorditas y las famosas enchiladas. Combinan a la perfección con Cabernet Franc Rosé, Tempranillo Rosé o Syrah Rosé (si el plato no es demasiado picante también puede encajar muy bien un Tempranillo de la DO Ribera del Duero).
En este tipo de platos encontramos las empanadas mexicanas y los chiles rellenos. Maridan muy bien con Sauvignon Blanc, nuestro querido Verdejo, Albariño o Garnacha Rosé.
Aquí encontramos el queso fundido y las deliciosas quesadillas. Podemos maridar a la perfección esos platos con Tempranillos o Sangiovese.
Entre estos platos encontramos los tacos Al Pastor (con carne asada a la parrilla, chile, cebolla y piña) y carnitas. Maridan a la perfección con vinos rosados espumosos.
Estos platos son la torta y el pambazo (con el pan hecho con huevos y manteca de cerdo, todo un manjar). Combinan muy bien con los cavas.
Los platos de cecina consisten en carnes de cerdo o ternera marinadas, secadas y cortadas en rodajas finas, de forma muy similar al curado del jamón. Maridan muy bien con un buen tinto gran reserva de la DO Rioja o Cabarnet Sauvignon.
Aquí nos encontramos los arroces con pollo mexicanos (hechos con arroz de grano largo y un sofrito con cilantro, cebolla, ajo, pimientos rojos…) y el arroz con camarones. Podemos maridarlos estupendamente con Cava, Sauvignon Blanc, Albariño u otros vinos blancos secos con bastante acidez.
Entre estos platos nos encontramos nuestros amados burritos, que encajan genial con un buen tempranillo; los platos de chili con carne podemos maridarlos con Cava y las fajitas, que podemos combinar con vinos semidulces rosados.
