Como buenos fanáticos del vino, una de las cosas que más nos duelen en este mundo (a parte de quedarnos sin reservas) es echarnos una buena copa y darnos cuenta que el vino no sabe bien… Si quieres evitar una tragedia griega, lee este post para conocer los motivos por los que se produce un deterioro de nuestros queridísimos vinos… ¡APÚNTA! 🙂
LO QUE DEBEMOS CAMBIAR PARA NO ESTROPEAR NUESTRO BIEN MÁS PRECIADO
Los vinos se deterioran rápidamente cuando se exponen al oxígeno. Es decir, cuando abrimos una botella de vino comienza el vino comienza a deteriorarse. Para conservar su calidad, no basta con volver a taparlos con el corcho, puesto que no va a impedir que se elimine el oxígeno del interior de la botella. Por ello, te recomendamos que utilices un conservador de vino para que se mantenga fresco durante más tiempo.
Otro de los factores que hacen que se echen a perder es dejarlos a temperatura ambiente. Es cierto que este aspecto no perjudica de igual manera a los vinos blancos como a los tintos (por ejemplo), pero en general debemos tener cuidado con esto. Por tanto, no te dejes engañar por los que te cuentan que hay que tenerlos a «temperatura ambiente» porque ¡ES UN MITO! Si dejas el vino a la temperatura ambiental de un 20 de enero en Galicia, posiblemente esté más helado que …. o si por el contrario te encuentras un 12 de agosto en Murcia, posiblemente si dejas el vino a «temperatura ambiente» termines en la UCI con quemaduras de 1er grado en el esófago y estómago. Así pues, ¡ no te confieeees ! Mételos en el frigorifico o hazte con una nevera especial de vinos.
Como ya sabéis queridxs amigxs, los vinos al igual que gran parte de los mortales ( a excepción de Will Smith, Sandra Bullock o Jordi Cruz), envejecen. Sabemos que envejecer tampoco está mal, lo sobrellevamos… pero ¡ OJO!: si almacenamos los vinos en una DESPENSA O ARMARIO, el envejecimiento se acelera ¡ cuatro veces más ! Lo ideal sería armarte con una nevera para vinos o algún tipo de artilugio que permita mantener una humedad controlada con una temperatura de 10 a 13º. Por tanto, si tienes previsto reservar una botella de vino durante más de un año, ten el factor envejecimiento presente.
DURACIÓN DE LOS VINOS SEGÚN SU TIPO
VINOS ESPUMOSOS. Para los vinos espumosos se recomienda que, para disfrutarlos en su máximo esplendor, los tengamos a una temperatura que ronde los 5º y 6º. Uno de nuestros vinos espumosos favoritos es Miquel Jané Parellada Brut Nature 2018, un espumoso perfecto para los amantes del cava.
VINOS BLANCOS. Por lo general, los vinos blancos hay que someterlos a temperaturas bajas las cuales oscilan entre los 7º y 12º. Si al servir el vino la copa se empaña, es posible que el vino esté demasiado frío (lleva cuidado). Dentro de la gran gama de vinos blancos, cada uno tiene sus particularidades:
- VINOS DULCES. Los vinos dulces o semidulces son los que a más baja temperatura debemos de mantener, siendo ésta 7º. Como recomendación de vino dulce te ofrecemos Marieta, un albariño blanco de 2019.
- JÓVENES SECOS. Para disfrutar de sus aromas frutales, los vinos jóvenes secos deben estar a una temperatura entre 7º y 10º. En cuanto a un blanco joven seco podemos recomendarte Finca Bacara Yeya, 2019.
- BLANCOS CRIANZA. Un crianza blanco deberiamos de mantenerlo en una temperatura entre los 10º y 12º. En este caso, te sugerimos Habla de ti, 2019.
ROSADOS. Los rosados son vinos que se encuentran entre Pinto y Valdemoro. Es decir, no los bebemos ni muy frios ni a temperatura ambiente. Lo ideal seria que estuvieran entre 7º y 12º. Un rosado perfecto que sorprende es Caramba 2020, vino de tardeo para tomar entre amiguetes y perfecto para comer shushi. En verano con un par de hielos, ¡ espectacular !.
TINTOS. Por lo general, los vinos tintos deberían de estar a una temperatura de 12º y 20º. Como puedes observar, son perfectos para cualquier ocasión inesperada (pedir perdón a tu churri, después de una bronca con tu jefe, una cita con tu crush, ver la isla de las tentaciones…) ya que no hay que controlar tanto su temperatura* disfrutarlos al completo. Al igual que los vinos blancos, éstos también tienen sus peculiaridades.
- JÓVENES. Si queremos degustar de una frescura y matices florales, los tintos jóvenes los tendremos a una temperatura entre 12º y 15º. Como Tinto Joven, te recomendamos Pago de Capellanes Joven Roble, 2019.
- CRIANZA. Los Crianza deberían de mantenerse a una temperatura entre 16º y 18º. En este caso, te recomendamos uno de los crianza que más nos gustan: Pinna Fidelis Crianza Magnum, 2016.
- RESERVA. En el caso de los Reserva, la temperatura perfecta está entre 18º y 20º, siendo los vinos que más «calientes» se consumen. Como reserva, te recomendamos Agnvs 2015.